soft machine 1 & 2

si tuviera que elegir el clásico absurdo de diez discos que llevarme a un valle solitario (a perdonar por no optar por la tópica isla desierta, pero solo pensar en la molestia de la arena de su bucólica playa ya estoy horrorizado) con toma de corriente, equipo de música y surtido mueble bar tras un roble, entre otras tonterías de esas que hacen la vida mas cómoda, creo que me pasaría el tiempo decidiendo cuales podrían ser. desde luego, en la lista-quiniela de posibles, seguro que andaban los primeros soft machine. wyatt-ratledge con kevin ayers o hugh y brian hopper. sicodelia sin fecha de caducidad. fresca como el primer día.