en las reseñas que, tanto del disco como del directo, del proyecto “aurora” (agustí fernández-barry guy-ramón lópez para maya), he ido leyendo, me llama la atención que se repite el aviso a que el agustí que se escucha en él, poco tiene que ver con la imagen de energético pianista tayloriano (que es) que se tiene de él. parece como si de pronto agustí se hubiera “domesticado”. agustí gusta de un pianismo de entrega física, del músculo. pero, no es plano. es más. en su discurso, en su personal enfrentamiento al instrumento, hay espacio para las vísceras (urgando en el interior, deslizando un cristo de bronce o bloques de madera por las cuerdas…). y lo hay para los sentimientos en momentos reposados de quietud y belleza introspectiva. allí está su producción.
una obra desconocida. grabada el 22 de marzo del 2002. catorce minutos de ensimismada quietud: “para teresa”. una dedicatoria para un día especial, el de su boda.
lunes, 8 de enero de 2007
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